Un sistema RFID consiste en un chip / etiqueta RFID (transpondedor con un código de identificación), que se aplica a la pulsera, y un lector para leer este código de identificación.
Nuestras pulseras RFID contienen chips NFC (casi de campo de comunicación) - típicamente hasta 5 cm - etiquetas pasivas que no requieren baterías, sino que son alimentadas cuando se colocan cerca de un lector RFID.
Al detectar una pulsera RFID, el lector 'agita' un campo magnético creado por una antena en espiral dentro de la etiqueta. La etiqueta entonces usa esta energía cinética para 'encender' y enviar datos (mantenidos dentro de la memoria de las etiquetas), de vuelta al lector. Las etiquetas de las pulseras RFID pueden personalizarse con el perfil de alguien (por ejemplo, los datos se mantienen directamente en el propio chip) o pueden utilizarse como "clave" de acceso a una base de datos segura de datos personales. NFC está diseñado para ser una forma segura de intercambio de datos, y un dispositivo NFC es capaz de ser tanto un lector NFC como una etiqueta NFC. Esta característica única permite a los dispositivos NFC comunicar entre pares.
¿Qué pasa con el uso de Smartphones con NFC en su lugar?
El problema con el uso de teléfonos inteligentes NFC en lugar de pulseras es que no todo el mundo tiene uno. Esto enajena a los titulares de boletos y reduce la participación sin contacto de un 100 por ciento alcanzable si envía a cada asistente una pulsera RFID. Luego está el hecho de que los teléfonos funcionan con baterías, ya diferencia de las pulseras RFID, se agotarán en algún momento durante un evento de varios días. Y, con las maneras limitadas (a veces inexistentes) de recargar su teléfono en un campo, su e-billetera, boleto electrónico y la capacidad de alardear a sus amigos en Facebook, desaparecerá. No obstante, la integridad de los datos y la seguridad de cualquier sistema RFID en un festival se desmoronan cuando el dispositivo sin contacto no está bloqueado en la muñeca, sincronizado con su perfil y hecho intransferible .
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